Homenaje a Lucrecia

Hoy hace treinta años que asesinaron a Lucrecia Pérez. Fue un asesinato racista. Yo entonces vivía con mis padres y en la puerta del mercado hicieron una pintada con una esvástica: Lucrecia te lo mereces. Tenía un spray negro y esa mañana quería tachar esa pintada terrible antes de irme a estudiar pero mi padre quería que saliéramos juntos. “No, vete tú primero.” “Pero si ya estás, hija, vamos juntos”… Al final le conté lo que quería hacer y se vino conmigo. Llovía un poco. Él abrió el paraguas negro y me cubría de la lluvia mientras yo tachaba la esvástica. La gente que salía o entraba al mercado se paraban y me miraban mal porque sólo veían a una chiquilla pintando una pared pero mi padre les contaba qué hacíamos y lo que había pasado y se iban quedando. Acabé tachando la pintada con un corro de mujeres que me decían: “Mira, por ahí aún se ve un poco todavía, cuidado no taches su nombre…Pusimos: 

Lucrecia, te queremos

Y así empezó ese día.